Alejandro Espitia, bogotano de nacimiento, comenzó su viaje musical entre los ecos del reggae, el dancehall y el hip hop, géneros que le marcaron el oído y la curiosidad cultural. Pero todo cambió el día que escuchó por primera vez el dembow: no fue solo un ritmo, fue un golpe de energía que mezclaba cuerpo y alma, tradición y modernidad. Ese instante lo entendió como una revelación: el reggaetón no era un simple género, era una manifestación cultural con la fuerza de contar historias y conectar mundos. Así nació la idea de Adictos al Perreo.

Desde entonces, convirtió esa pasión en un espacio editorial que reivindica al reggaetón como parte esencial de la cultura contemporánea: un lugar donde conviven música, análisis, historia y experiencias que le dan al perreo el lugar que merece, no solo en la pista, sino también en la conversación cultural.